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Entrevista a Leticia Herrero Sopena – Premio Educaweb 2020

Iniciamos este año 2021 compartiendo una noticia inspiradora de la mano de Leticia Herrero Sopenapedagoga y estudiante de la UNED que ha recibido el Premio Educaweb 2020, en la categoría Menores de 35 años con proyectos no aplicados, por la propuesta «Proyecto Aprendizaje-Servicio en el Departamento de Orientación». El jurado ha destacado, principalmente, que este proyecto promueve el compromiso social, el trabajo cooperativo y la toma de decisiones participada, además de considerarlo fácilmente replicable en los departamentos de orientación de los centros de educación secundaria. A continuación, conocemos la propuesta y reflexionamos sobre el ApS a través de una breve entrevista a Leticia.

 

>> Por esbozar ligeramente el sentido del proyecto premiado…, ¿Podrías contarnos en qué consiste la propuesta? ¿Qué aprendizajes promueve? ¿Con qué servicio solidario se vincula y qué agentes se ven implicados e invitados a participar…?

El proyecto que diseñé para mi Trabajo de Fin de Máster y que presenté a los premios consiste en aplicar el ApS como metodología en el Departamento de Orientación ya que, investigando sobre ello, descubrí que no hay, en España, ningún orientador que utilicé esta metodología en sus actividades de Orientación Académica y Profesional. Como orientadores, tenemos la labor (una entre muchas) de lograr que los estudiantes se conozcan a sí mismos, conozcan sus posibilidades, capacidades, limitaciones y motivaciones y, además, que sean capaces de tomar decisiones y resolver problemas. El Aps es la herramienta perfecta para ello porque, a través de la planificación, coordinación y puesta en marcha de un proyecto que ayude a la comunidad, los estudiantes tienen que tomar decisiones, resolver imprevistos, trabajar en equipo, organizar su tiempo respecto a las tareas a realizar, relacionarse con el entorno… Por otro lado, es una oportunidad para formar en valores éticos, cívicos y morales, que les ayude a convertirse en futuros adultos empáticos, responsables, coherentes, respetuosos y tolerantes, y eso se consigue ayudando a los demás, que es precisamente el alma del ApS.

En cuanto al servicio solidario, este proyecto en concreto está vinculado a los animales. Cerca de mi localidad existe un Santuario Animal (llamado Vacaloura) que recaudaba dinero para poder comprar un terreno, por lo que el proyecto parte desde ahí. Como orientadora les explico que el objetivo final es recaudar fondos para ese santuario y, desde ese punto, los estudiantes son los que deciden qué van a hacer para recaudar ese dinero, cómo lo van a hacer y, en definitiva, los que van a gestionar el proyecto al completo. Pero el ApS abarca multitud de posibilidades, solo es necesario abrirse a la comunidad y buscar una entidad que necesite ayuda, y lo mismo pasa con los agentes. En función del tipo de proyecto que se realice, se verán involucrados unos u otros agentes. En este proyecto entran en juego los estudiantes (evidentemente), el tutor o tutora de la clase, el orientador y las personas del santuario, aunque en mi caso incluí a las familias porque siempre es bueno que participen en el quehacer del centro.  

 

>> Un componente clave del proyecto es su anclaje al Departamento de Orientación, ¿cómo se te ocurrió? ¿De qué forma(s) crees que se puede llevar a cabo el impulso de este tipo de propuestas desde los Departamentos de Orientación? ¿Conoces experiencias de vinculación comunitaria entre centros educativos y otros agentes sociales a partir de los Departamentos de Orientación? 

Como mencionaba anteriormente, no existe en nuestro país, hoy por hoy, ningún departamento de orientación que aplique el ApS en sus acciones. Durante la investigación de mi TFM, me puse en contacto con un orientador que utilizaba el Aprendizaje-servicio, pero me explicó que lo que hacen es fomentar que se utilice en el centro educativo, en las aulas, en las áreas (como Geografía e Historia o Biología) pero que, como orientador, él no la utilizaba para sus actuaciones. A partir de ahí pensé que podría ser buena idea que yo como orientadora, en lugar de aplicarles a los estudiantes el Programa Vocacional habitual (que te ayuda a averiguar qué te gusta, cómo eres y también te enseña a resolver problemas y tomar decisiones), lo complementara con un proyecto de ApS. Lo importante es tener ganas de hacer cosas nuevas, de innovar en nuestra labor como orientadores y buscar actuaciones que nos diferencien, por lo que creo que dar visibilidad a este tipo de proyectos y lograr la colaboración de los equipos directivos resulta fundamental a la hora de implantar una metodología de este tipo. 

 

>> ¿Cuál fue tu primer contacto con el enfoque del Aprendizaje-servicio? ¿Cómo lo conociste?

 El ApS lo conocí de casualidad gracias a una de las asignaturas del Máster en Secundaria que estaba cursando. En uno de los trabajos, nos pedían que buscásemos cinco metodologías innovadoras e hiciésemos una breve explicación de lo que era.

 Así que, investigando por internet, me apareció el Aprendizaje-Servicio y me llamó la atención que se pudiesen dar los contenidos del currículo a través de la ayuda a la comunidad. Recuerdo leer uno sobre una campaña de donación de sangre que crearon los alumnos de la ESO de un centro educativo y cómo consiguieron, con la ayuda del centro de salud, que los vecinos de la zona donasen sangre a raíz de lo que aprendieron para poder crear este proyecto de ayuda.

 Además, buscando más información, descubrí que Beatriz Malik tenía un artículo sobre el tema y me puse en contacto con ella para preguntarle si querría ser mi tutora en el TFM porque me interesaba hacerlo sobre este tema y aceptó encantada.

 

>> ¿Crees que el ApS está contribuyendo, o puede contribuir, al aprendizaje y el ejercicio de conocimientos y posicionamientos éticos vinculados con una ciudadanía «glocal» consciente, crítica, comprometida con la transformación y la equidad y justicia social…? ¿En qué sentido?

Estoy totalmente convencida de que contribuye al desarrollo de unos valores y unos pensamientos éticos en nuestros estudiantes, pero que sea glocalmente creo que es tarea nuestra. Debemos mostrar la realidad del mundo a los estudiantes, sin edulcorantes, que sepan lo que se van a encontrar cuando salgan de aquí y qué es lo que les espera. No es cuestión de ser pesimistas ni pintárselo de negro, sino ser realistas y que entiendan que este es el mundo en el que vivimos y que está en nuestras manos hacerlo un poco mejor. 

Mucha gente (por poner el ejemplo de mi proyecto) es consciente que los animales sufren maltrato, son utilizados como objetos, abusamos de ellos y hasta los abandonamos, pero, como son problemáticas que no se muestran lo suficientes «ojos que no ven, corazón que no siente». Al trabajar con el Santuario para ayudarle con la recaudación, los estudiantes entenderán esa situación que comento, la verán con sus propios ojos y no podrán obviarla, y lo mismo pasa con otras problemáticas. Y es el ApS el que consigue esto.

 

>> Sabemos que uno de los retos de los proyectos de ApS es la evaluación, en cuanto que debería contar con la participación de todas las personas involucradas, además de centrarse en varios focos y momentos, así como valorar cuestiones tan complejas de observar cómo lo relacionado con el compromiso cívico/social… ¿Cómo plantearías, a grandes rasgos, la evaluación en tu proyecto?

En mi proyecto, basé la evaluación en diferentes aspectos. Realicé distintos instrumentos para valorar, por un lado, el propio proyecto (su eficacia) y, por otro lado, a los propios estudiantes. Para evaluar a los estudiantes, lo mejor es realizar una observación a través de una rúbrica creada ad hoc para el proyecto, que es lo que yo hice. Por otro lado, la eficacia del proyecto la medí a través de las escalas creadas por Pérez Juste y adaptadas a mi proyecto para que algunos de los agentes (el tutor, algunos estudiantes, los miembros del Santuario y algunos padres o madres que participaran) lo rellenaran y de esa forma obtener una calificación. Es importante también realizar controles de seguimiento porque, es un proyecto tan abierto, que es necesario revisarlo constantemente para introducir las mejoras necesarias. En definitiva, lo importante es crear un canal de comunicación que ayude a los participantes a dar su opinión para mejorar la puesta en marcha y obtener datos, tanto cualitativos como cuantitativos que nos ayuden con la máxima información disponible. Cuanto más rica sea la información, mejores evaluaciones obtendremos.

 

>> ¿Qué ha supuesto este premio para ti? ¿Te motiva, de alguna manera, a seguir profundizando en este enfoque? ¿Tienes «algo en mente» en este sentido a corto-medio plazo?

En mente tengo miles de cosas, mi cabeza no para nunca JAJAJA. Para mi supone un chute de motivación obtener un premio de este calibre porque es el reconocimiento a la creatividad y la innovación. Es una plataforma perfecta para mostrar que todavía se puede innovar en educación y, en concreto, en Orientación, que no todo está hecho y dicho. Lo cierto es que cuando creé este proyecto como Trabajo de Fin de Máster, nos encontramos a con la pandemia y no pude hacer nada, porque la idea era llevarlo a la práctica con el IES que hay en mi zona. Afortunadamente para ellos, el Santuario ya ha recaudado el dinero que les hacía falta, pero sobran (por desgracia) entidades que necesitan ayuda, así que no descarto aplicarlo con ciertos retoques e, incluso, en mi futuro puesto de trabajo implantar el ApS en mi Departamento de Orientación, esa es la idea.

 

 

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