La navidad en la literatura

En palabras de Gabriel García Márquez “la Navidad es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones”. Acertado o no en su afirmación, cabe decir que es una época del año que a nadie deja indiferente, es fácil encontrar detractores acérrimos de esta fiesta, pero también gente entusiasta. Alegría, bondad, nostalgia, tristeza… la Navidad puede despertar dispares sentimientos y servir sin duda como escenario de infinitas historias. La literatura, que no es indiferente a esta capacidad evocadora, se ha servido en no pocas ocasiones de estos días para acercarnos a sus páginas.
Por eso, y porque quizá contéis con algo más de tiempo para disfrutar de una buena lectura estas navidades, desde El Marcapáginas os recomendamos algunos clásicos navideños:

– Cuento de Navidad  (1843) Charles Dickens:
Clásico donde los haya, llevado múltiples veces a la gran pantalla, “Cuento de Navidad” narra el cambio que opera en la vida de un avaro hombre, Scrooge, tras la visita en la nochebuena de los fantasmas de las navidades pasadas, presentes y futuras. El protagonista, tras conocer la infelicidad y soledad que conlleva su estilo de vida decide cambiar, preocupándose por el mundo que le rodea, actuando con bondad y ganándose el amor de la gente. Con este relato, el autor se propuso remover las conciencias de sus lectores y convencerlos de la necesidad de ser bondadosos y de practicar la caridad en un mundo injusto.

– Navidades trágicas (1939) Agatha Christie: Es Nochebuena. La cena de la familia Lee es interrumpida por un ruido de muebles que se rompen, seguidos de un grito desgarrador. En el piso superior, el cuerpo del tiránico Simeon Lee yace muerto sobre un charco de sangre, con el cuello cortado. Pero cuando Hercule Poirot, quien pasa las Navidades en el pueblo en casa de un amigo, se ofrece para ayudar, se encuentra con una atmósfera de mutua sospecha. Aparentemente, todos tenían razones para odiarle…La autora facilita elementos suficientes para que cada cual vaya construyendo sus propias hipótesis y sorprende y maravilla su habitual capacidad para conseguir que todos parezcan culpables.

El cascanueces y el Rey de los ratones (1816) Ernest Hoffman: en Nochebuena, Marie y su hermano descubren impacientes un fantástico árbol de Navidad iluminado con cientos de velitas y cargado de juguetes y golosinas. El niño recibe un astuto zorro rojo y un batallón de húsares con espadas y caballos de plata, mientras su hermana queda prendada de un humilde y pequeño cascanueces medio escondido en el árbol. A partir de aquí, la niña vivirá emocionantes aventuras en las que el cascanueces tomará vida y deberá liderar a los húsares en su enfrentamiento al Rey de los ratones. La imaginación combinada con un toque siniestro logra crear un mundo fantástico casi inigualable que ha cautivado a grandes y pequeños durante años, convirtiendo la obra en uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica y navideña de todos los tiempos.

Un recuerdo navideño (1967) Truman Capote: El cuento evoca las Navidades del narrador cuando era un niño y mantenía una gran amistad con una prima anciana. Capote conmueve al lector y le traslada al mundo de ambos personajes, basado en los pequeños detalles y el mimetismo hacia el resto de familiares. “Tengo siete años; ella, sesenta y pico. Somos primos, muy distantes, y hemos vivido juntos…bueno, desde que yo puedo recordar. Viven en la casa otras personas, parientes; y aunque tienen poder sobre nosotros, y con frecuencia nos hacen llorar, en general no advertimos mucho su existencia.”

Vanka (1886) Antón Chéjov: Vanka, un niño huérfano dedica la Nochebuena a escribir una carta a su abuelo. El niño, relata las miserias y penurias que vive bajo las órdenes de un zapatero en Moscú y esperanzado ruega poder ir a la aldea y reunirse con él. Con este relato Chéjov critica a la sociedad europea de la segunda mitad del siglo XIX, especialmente al maltrato y la marginalidad que sufrían muchos niños huérfanos de la época.

Foto de Hert Niks en Unsplash

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