La misteriosa desaparición de Agatha Christie

Beatriz Tejada. Alrededor de las 9:45 p.m. del viernes 3 de diciembre de 1926, después de dar un beso de buenas noches a su hija Rosalind, Agatha Christie sale de Styles, su casa en Berkshire, y toma el coche, con rumbo al parecer desconocido.

En octubre de 1912, Agatha Mary Clarissa Miller había conocido al lugarteniente de la RAF Archibald Christie (1889-1962) en un baile de sociedad de los que la joven Agatha frecuentaba, siempre acompañada de su madre, Clara Boehmer. ‘Archie’ no tiene mucho dinero, pero está empeñado en prosperar, y en casarse con Agatha. Hay flechazo («You think you admire moral qualities, but when you fall in love, you revert to the primitive where the physical is all that counts», escribe Agatha Christie en The Man in the Brown Suit). En agosto de 1914 empieza la I Guerra Mundial, y al saber que le asignaban un destino fijo en la base aérea de Famborough (Hampshire), Christie le pide matrimonio a Agatha:  aprovechando un permiso de Archibald, se casan en diciembre de ese mismo año. En 1919 nace su hija Rosalind, y en 1922 realizan en pareja el ‘Empire Tour’, una larga travesía por Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia y Canadá, que a Agatha, que ya ha escrito unas primeras y exitosas novelas, le proporciona también gran inspiración.

A su regreso, a Archibald le espera por fin un trabajo bien remunerado como asesor financiero para la Empire Exhibition de 1924. Su jefe será el Mayor Belcher (a quien conocen durante su largo viaje) a través de quien Archie conoce a Nancy Neele, en 1925. Durante casi un año, Archie lleva una ‘doble vida’. Agatha al principio lo considera un flirteo pasajero, pero Archibald le pide el divorcio. I must in some way have been inadequate to fill Archie’ life –escribe ella en su autobiografía- He must have been ripe for falling in love with someone else, though he perhaps didn´t even know it himself. Or was it just this particular girl?

El 3 de diciembre de 1926 discuten, Archie se va a pasar el fin de semana en Godalming (Surray) con su “mistress” … Y Agatha, sale, a eso de las 9:45. Su coche, un Morris Cowley, aparece abandonado en Newlands Corner, cerca de Guildford. Pero no hay ni rastro de ella.

La noticia corrió como la pólvora: Agatha Christie era ya entonces una escritora famosa. Durante once días, proliferaron las conjeturas sobre esta misteriosa desaparición, con todos los elementos de una típica novela de Agatha Christie. Cerca del lugar del supuesto accidente, está el Silent Pool, lugar conocido por la muerte de una niña y su hermano, lo que hace sospechar que Agatha Christie también haya podido ahogarse. Algunas mentes maliciosas creen que se trata de una estrategia publicitaria. Los más morbosos insinúan un asesinato de manos de su marido infiel… Se puede decir que la nación se movilizó en su busca. El Home Secretary de la época, William Joynson-Hicks presiona al cuerpo de policía para que acelere la búsqueda. Y sus amigos, claro, también la buscan: Dorothy L. Sayers – la autora de la serie de Lord Peter Wimsey- se involucró personalmente, de hecho, la experiencia le sirvió de inspiración para su novela Unnatural Death ; como también lo hizo el mismísimo Sir Arthur Conan Doyle, quien –firme creyente en el espiritismo- tomó un guante desparejado de Agatha Christie y se lo llevó a una médium para que ésta “intuyera” su paradero.

La noticia fue incluso portada en The New York Times.

Christie fue hallada casi fortuitamente once días después, en un hotel spa en Harrogate (The Swan Hydropathic Hotel), donde se había alojado bajo un falso nombre desde el mismo día de su desaparición.

Hasta el día de hoy, las teorías más barajadas son dos: la primera, que Agatha Christie hubiera planeado toda la trama como castigo a su marido por su infidelidad –el Morris Cowley fue hallado cerca del lugar donde Archie planeaba pasar el fin de semana con su amante-.

La segunda, que hubiera sufrido algún tipo de amnesia –de hecho, dos doctores así la diagnosticaron- como consecuencia del accidente de coche. Lo cierto es que Agatha Christie llevaba una temporada en un prolongado estado depresivo, como consecuencia de una sobrecarga de su trabajo literario, la muerte de su madre a principio de ese mismo año, y la infidelidad de su marido. Recientemente, el biógrafo y médico Andrew Norman ha sugerido que la novelista debía de estar en cierto “estado de fuga”, es decir, un trance psicogénico, una extraña sensación de autoengaño como consecuencia de un trauma o una depresión.

En 1928 Agatha y Archie Christie se divorciaron. Archie se casó con Nancy Neele.

En 1930, Agatha se casa con el arqueólogo Max Mallowan; viviendo un matrimonio feliz y una vida literaria tan prolifera e inspirada como ahora conocemos; hasta su muerte en 1976.

En su autobiografía, Agatha Christie no hace ni una sola referencia a su misteriosa desaparición.

REFERENCIAS

Thompson, L. (2007). An English Mistery: Agatha Christie. Headline Review

Christie, A. (2004). Autobiografía. Molino.

Imagen de Joe en Pixabay

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