Concedido un proyecto de investigación sobre gobernanza en torno a la alimentación saludable y sostenible tras la COVID-19

El Consejo Académico del IMIENS (Instituto Mixto de Investigación UNED-Instituto Carlos IIII) ha concedido una ayuda de iniciación a la investigación al proyecto “Gobernanza para la promoción de una alimentación saludable y sostenible tras la COVID-19. La visión desde el ámbito científico”, liderado por las profesoras Carmen Lozano-Cabedo y Marta Moreno González, profesoras del Departamento de Sociología II de la UNED.

El proyecto tiene como objetivo analizar la relación entre alimentación y salud durante el confinamiento. Pretendemos detectar los cambios en los hábitos alimentarios y la transformación en los sistemas de aprovisionamiento de alimentos a partir de las opiniones de expertos de diferentes disciplinas: nutrición, epidemiología, sociología, economía agroalimentaria, agronomía, ciencias ambientales, etc., identificar los elementos de consenso y conflicto en torno al concepto de alimentación saludable y sostenible, y cómo fomentarla examinando sus propuestas en este nuevo contexto marcado por la COVID-19.

Entre las principales contribuciones esperadas, por un lado, conocer el impacto de los cambios en la salud de los ciudadanos por grupos sociales, así como las consecuencias sociales y económicas de la modificación de hábitos alimentarios (compra, preparación y consumo) tanto en los hogares como en el sistema agroalimentario en su conjunto. Por otro, averiguar las nuevas relaciones establecidas entre los diferentes actores del sistema agroalimentario para hacer frente a los desafíos que ha supuesto la pandemia en términos de producción y distribución alimentaria.

La confrontación de las opiniones de expertos de diferentes disciplinas acerca de la dieta saludable y sostenible, y sus aportaciones para la construcción de un marco de acuerdo en torno a este tema, puede contribuir al diseño de políticas alimentarias, agrarias y ambientales de utilidad en el marco de la pandemia, pero sobre todo en el contexto de emergencia climática y de persistencia de la inseguridad alimentaria a nivel mundial.

El trabajo de cuidado ha de ser remunerado. Adaptación de jornada «sí», reducción de jornada «no»

El Club de Malasmadres y la Asociación Yo No Renuncio presentaronn las primeras jornadas Yo No Renuncio y los resultados de ‘Las Invisibles’, la primera radiografía real de la maternidad en España realizada sobra las respuestas de 95.000 mujeres. El estudio sociológico pone el foco en analizar cómo concilian las familias españolas, teniendo en cuenta desde la organización familiar (la red de apoyo para los cuidados) hasta los aspectos más emocionales y, por supuesto, la situación laboral de las madres. Participaron como ponentes Cristina Villanueva, Anne Igartiburu, Alberto Soler, Charo Izquierdo, Álex Rovira o Teresa Jurado Guerrero, entre otros muchos.

Teresa Jurado Guerrero participó el día 1 en la mesa redonda sobre nuevos modelos de trabajo en las organizaciones, 30 de septiembre de 2020. Aquí un vídeo resumen de su intervención.

COVID 19: Crisis, desafíos y cambios sociales

El 24 y el 25 de agosto, el profesor del departamento Jorge Benedicto dirigió en la Universidad Menéndez Pelayo, junto a la profesora Laura Fernandez de Mosteyrin de la UDIMA, un seminario dedicado a debatir sobre las implicaciones sociales de la pandemia originada por la COVID-19.

En este seminario se analizaron las consecuencias de la crisis y los desafíos a los que nuestra sociedad se enfrenta en estos momentos presididos por la incertidumbre, tanto personal como colectiva. Entre otros temas se abordaron las dimensiones de la crisis en perspectiva global, los retos a los que se enfrenta el Estado del bienestar, las nuevas formas de pacto social que se hacen necesarias ante el nuevo escenario en el que nos encontramos y las posibilidades que se abren para ir diseñando futuros alternativos que permitan afrontar problemas inaplazables como la conciliación familiar o el cambio climático, por solo citar dos de los mas visibles

Las ponencias fueron impartidas por científicos sociales provenientes de varios campos como la sociología, la ciencia política o la antropología. Aparte de las ponencias se celebraron dos mesas de debate en las que, entre otros muchos temas, se abordaron cuestiones como la contribución de las ciencias sociales para poder entender mejor la complejidad de la crisis actual y para enfrentarse a los desafíos que están apareciendo. En este enlace se puede acceder tanto a las ponencias como a las mesas de debate que tuvieron lugar

¿Están penalizadas las madres en las promociones laborales? Los costes ocultos de la flexibilidad laboral

El Observatorio de La Caixa ha publicado un resumen en castellano de un experimento en línea publicado por los profesores Irina Fernández Lozano, Teresa Jurado Guerrero y Juan Ignacio Martínez Pastor en colaboración María José González de la UPF.  Los resultados muestran que las mujeres con hijos no están penalizadas directamente en las promociones y ascensos a puestos de responsabilidad. Sin embargo, sí estarían penalizados en las promociones aquellos trabajadores –tanto hombres como mujeres- que optan por flexibilizar la jornada de trabajo a través de reducción de horas o teletrabajo. La penalización, por tanto, es indirecta. Si las madres suelen promocionar menos es porque son ellas quienes optan en mayor medida por flexibilidad en los horarios y condiciones de trabajo. Leer en el Observatorio.

¿Ha aumentado la brecha de género en el empleo debido a la pandemia?

Recientes análisis alertan sobre un posible mayor efecto negativo del Covid-19 sobre el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres comparado con los hombres (aquí y aquí). En cambio, los últimos datos de la Seguridad Social muestran que la brecha de género en la afiliación a la seguridad social no ha aumentado sino disminuido comparado con 2019. ¿Cómo podemos explicar esta sorprendente “ventaja” de las mujeres en el empleo? En este post vamos a mostrar dos gráficos que muestran el mayor descenso del empleo masculino de momento.

Respecto a los datos, la última Encuesta de Población Activa solo ofrece promedios desde enero a marzo de 2020, por lo que no sirven para contestar a la pregunta. En cambio, los recientes datos sobre afiliación a la seguridad social a 30 de abril de 2020 se pueden comparar con los equivalentes de 2019 para comprobar si hombres o mujeres han sufrido de forma diferente la pérdida de empleo y caída de ingresos por Covid-19. No hay que olvidar dos cuestiones sobre estos datos. Primero, no todas las personas empleadas están afiliadas a la seguridad social (empleo informal), por lo que el número de afiliados es menor que el de ocupados en la EPA (18.458.700 versus 19.681.300). Segundo, las personas que se han acogido a un ERTE no trabajan, pero sí siguen afiliadas a la seguridad social e ingresan una prestación social. A 30 de abril de 2020, 3.396.785 personas afiliadas a la seguridad social estaban protegidas por una situación de suspensión total o parcial por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), un 24% de los afiliados al Régimen General.

Sorprendentemente, la brecha de género, es decir los afiliados varones menos las afiliadas mujeres, ha disminuido entre abril de 2019 y abril de 2020 entre el total de las personas afiliadas a los diferentes regímenes de la seguridad social. En todos los grupos de edad, salvo los mayores de 60 años, ha retrocedido la afiliación a la seguridad social más entre los varones que entre las mujeres (Gráfico1).

Gráfico 1: Brecha de género en afiliación a la seguridad social por edad, 30 de abril 2019 y 2020Fuente: Elaboración propia con estadísticas de la Seguridad Social

Varios factores pueden explicar esta inesperada tendencia. Algunas medidas de protección del empleo a través de ERTE, permisos retribuidos y ayudas a las personas autónomas han contribuido a que estas personas pueden seguir dadas de alta en la seguridad social y sus cotizaciones sufragadas por el Estado. No hemos encontrado datos sobre estas medidas desglosadas para hombres y mujeres. Sí sabemos que los empleos que se han mostrado más esenciales durante la crisis están en gran medida ocupados por mujeres: cajeras, reponedoras, enfermeras, médicas y cuidadoras de mayores dependientes. Aunque también hay hombres realizando tareas esenciales, como personal de seguridad, repartidores, transportistas. La brecha de género depende de la balanza entre creación y destrucción de empleo en sectores más o menos feminizados y masculinizados (Gráfico 2). La afiliación de las empleadas de hogar entre el 30 de abril de 2019 y ese día de 2020 solo ha caído en 29.641 personas. No obstante, muchas de éstas no están dadas de alta en la seguridad social y durante el confinamiento no pudieron seguir prestando su fuerza de trabajo a los hogares. El sector de educación, muy feminizado, perdió afiliados, pero en cambió aumentó la afiliación en actividades sanitarias y servicios sociales en gran número. La hostelería que ha perdido mucha afiliación es un sector mixto, por lo que hombres y mujeres pierden empleo de forma similar. En cambio, hay muchos empleos afectados por el estado de alarma que están masculinizados y que han perdido en su conjunto mucha afiliación: construcción, comercio y reparación de vehículos, transportes y almacenamiento, actividades artísticas y recreativas, y la industria manufacturera.

Gráfico 2: Afiliados último día de abril de 2019 y de 2020, por secciones de Actividad CNAE

Fuente: Elaboración propia con estadísticas de la Seguridad Social

En conclusión, estos datos de 30 de abril de 2020 no muestran de momento un aumento de la brecha de género en detrimento de las mujeres en el empleo con afiliación a la seguridad social, sino lo contrario. Se ha destruido más empleo en los sectores de actividad masculinizados o en los mixtos comparado con los empleos en actividades más feminizadas, que muchos han resultado ser esenciales, sobre todo en la sanidad, los servicios sociales y actividades relacionadas con la alimentación. Habrá que observar qué sucede durante la desescalada, si las mujeres en ERTE volverán a sus empleos o acabarán en el paro, si las mujeres seguirán más atrapadas en contratos temporales y a tiempo parcial y si la brecha de género salarial se verá afectada por el aumento de las reducciones de jornada y de excedencias que se están viendo forzadas a tomar muchas más mujeres que hombres.

Teresa Jurado Guerrero, 16 de mayo de 2020

Perspectivas laborales desde el trabajo a tiempo parcial

La revista Work, Employment and Society ha publicado un artículo sobre las perspectivas laborales de las mujeres inmigrantes y autóctonas que trabajan a tiempo parcial en España. La investigación ha sido realizada por el profesor del Departamento de Sociología II, Jacobo Muñoz Comet, y la profesora de la Universidad de Lausanne, Stephanie Steinmetz. Los resultados del estudio muestran que, a igualdad de condiciones, la duración de la jornada laboral no influye en la probabilidad de caer en el paro o de pasar a la inactividad, con la excepción de los empleos a tiempo parcial marginal (<15 horas semanales), desde los que el riesgo es más alto. Por el contrario, las posibilidades de transitar a un empleo de jornada completa son limitadas y, en todo caso, restringidas a aquellos trabajos a tiempo parcial más próximos a las 34 horas semanales. En cuanto a la desigualdad según el país de nacimiento, la investigación ha mostrado que, una vez aisladas las diferencias sociodemográficas, de tipo de hogar y de posición en el mercado laboral, las inmigrantes se encuentran en una situación de mayor exclusión que las autóctonas. Esta desventaja se concentra especialmente en los extremos de la jornada laboral: la desigualdad en el riesgo de caer en el paro se acentúa entre las trabajadoras a tiempo parcial marginal, mientras que la brecha en términos de alargar la jornada laboral se agrava en el trabajo a tiempo parcial sustancial (21-34 horas semanales). La investigación ha sido financiada con fondos del Ministerio de Economía y Competitividad (ref. CSO2014-59927-R) y del proyecto europeo H2020 INGRID2 (nº 730998).

Los permisos parentales igualitarios en España

La profesora Teresa Jurado comenta en una entrevista los pormenores del avance hacia los permisos parentales igualitarios en España y expone los argumentos que apoyan el diseño de unos permisos intransferibles y pagados al 100%. La conversación se publica en el último número monográfico «Ma(pa)ternidades. Imaginarios, discursos y prácticas sociales» de la revista Encrucijadas-Revista Crítica de Ciencias Sociales. En esa conversación Teresa Jurado habla sobre la ampliación del permiso de paternidad en abril de 2019, lo que podemos esperar sobre el uso que de este permiso harán los hombres, toma partido en el debate entre la conveniencia de tener permisos intransferibles versus transferibles, critica la reciente reforma en cuanto a la obligación que se establece a los dos progenitores de simultanear el permiso durante un periodo largo, comenta las dificultades de su implantación en las empresas y reflexiona acerca de otras medidas que deberían acompañar el nuevo permiso por nacimiento de menor para facilitar la conciliación a madres y padres de forma similar.

La brecha entre deseos y realidades reproductivas

La revista Economistas sin Fronteras  ha publicado, en su número Demografía: cambios en el modelo reproductivo, un artículo escrito por la investigadora del Departamento Marta Seiz, las investigadoras Teresa Castro y Teresa Martín del CSIC y la profesora Julia Cordero de la Universidad Complutense de Madrid titulado La muy baja fecundidad en España: la brecha entre deseos y realidades reproductivas. En el mismo se presenta la evolución de las tasas de fecundidad españolas desde el siglo pasado y se analiza el patrón de muy baja fecundidad característico de las últimas décadas. Éste se pone en relación con el retraso de la emancipación económica y residencial de los adultos jóvenes, el aplazamiento de la convivencia con una pareja estable, la tendencia a tener el primer hijo a edades cada vez más tardías, el aumento de la infecundidad tanto voluntaria como involuntaria y la menor propensión a tener un segundo o tercer hijo. El artículo hace hincapié en la brecha existente entre el comportamiento reproductivo en España y las preferencias respecto al número deseado de hijos, que se mantiene estable desde hace décadas en torno a los 2 hijos. Se destaca la magnitud de la distancia en España, respecto al contexto europeo, entre el promedio de hijos deseados y los que finalmente se tienen; distancia que no sólo se evidencia a nivel agregado sino a nivel individual. La evidencia disponible indica que la baja fecundidad en España no refleja un rechazo de la maternidad/paternidad. Por el contrario, pone de manifiesto la existencia de importantes barreras que dificultan la consecución de un proyecto familiar con hijos. Entre éstas se encuentran la inestabilidad en el empleo, las penalizaciones laborales a la maternidad y la implicación en la crianza, las dificultades de conciliación de las responsabilidades familiares y de trabajo por parte de hombres y mujeres,  el escaso apoyo institucional y las desigualdades de género en los ámbitos público y del hogar.

El protagonismo sociopolítico de los y las jóvenes

El pasado 28 de noviembre Jorge Benedicto participó en Lleida en el XXI Forum d’estudis sobre la Joventut que este año se celebró bajo el título Politiques de Joventut 3.0. La reunión de Lleida atesora un prestigio indudable después de dos décadas reuniendo a académicos y profesionales para reflexionar sobre los retos a los que se enfrentan las políticas públicas dirigidas a los jóvenes y en general para debatir sobre las demandas y necesidades de la población joven.

En esta ocasión, el profesor Benedicto participó en una mesa redonda sobre Nuevos empoderamientos juveniles y políticas de juventud. En su intervención defendió la necesidad de construir un nuevo enfoque basado en dos principios.  Por una parte, el desarrollo de una ‘política de la presencia’ que pueda hacer realidad concreta el protagonismo sociopolítico de los y las jóvenes Por otra parte, el diseño de programas y políticas de juventud dirigidos a remover los obstáculos que dificultan -y en muchas ocasiones impiden- la configuración de los jóvenes como actores con capacidad de intervención en la esfera pública. En vez de diseñar trayectorias institucionales que se pretenden funcionales, pero la mayoría de las veces sólo reproducen el camino idealizado de un determinado grupo social, el objetivo de las políticas de juventud debería estar dirigido a crear las oportunidades necesarias para que los protagonistas puedan convertirse en sujetos autónomos con capacidad de decidir sobre sus proyectos vitales