El plagio académico y las formas de evitarlo

Alexis Moreno-Pulido

En los últimos años se han llevado a cabo un buen número de investigaciones que pretenden conocer las causas del plagio, resultando el desconocimiento de qué prácticas son consideradas como plagio, una de las más frecuentes. Así, parece razonable que aprovechemos esta tribuna para dar a conocer qué es el plagio y las formas de evitarlo.

Cuando plagiamos nos estamos atribuyendo como propio un trabajo que es obra de un tercero. Plagiar dinamita la credibilidad del autor del trabajo y puede tener consecuencias académicas (normativa disciplinaria universitaria) y legales: civiles (artículo 138 de la Ley de Propiedad Intelectual y siguientes) y penales (artículo 270 del Código Penal).
Para evitar incurrir en plagio y enfrentarnos a las consecuencias derivadas del mismo debemos, en primer lugar, conocer qué prácticas reciben la consideración de plagio y, en segundo lugar, las formas de evitarlo.
Dentro de las actividades consideradas como plagio podemos distinguir:

• Copiar y pegar.
• Reproducir texto, datos, figuras, tablas, etc., sin citar.
• Traducir textos de otros idiomas y presentarlos como originales.
• Presentar como original algo que ya hemos publicado (autoplagio).
• Resumir trabajos de terceros sin citar (refritos).
• Atribuirse como propio un trabajo realizado en equipo o excluir a algún coautor.
• Comprar o conseguir un trabajo y presentarlo como propio.
• Citar de forma incorrecta las fuentes utilizadas.
• Etcétera.

Como podemos ver, en el plagio no todo es blanco o negro, está claro que el que copia y pega está incurriendo en un plagio intencional, pero puede ocurrir que cometamos un plagio no intencional si tratando de citar las fuentes lo hacemos de forma errónea.

Por reconocimiento de las fuentes entendemos las citas y referencias que incluimos en nuestro trabajo a las ideas, tablas, imágenes, etc., que hemos obtenido de otros autores y que nos han servido para elaborar nuestra obra.  Este reconocimiento lo haremos siempre que utilicemos cualquier pieza de información independientemente del formato y procedencia.

El reconocimiento de las fuentes se realiza de acuerdo con los manuales de estilo utilizados en cada disciplina.

Reconocemos la fuente cuando incluimos en el texto las citas a los trabajos y al final del documento incorporamos las referencias bibliográficas, que permiten identificar y localizar las fuentes.
Si incluimos documentos gráficos (reproducciones de obras de arte, mapas, etc.) debemos asegurarnos de que no están sujetas a licencia de uso. Así, nos interesan obras en dominio público o con licencias Creative Commons. El que podamos usar un documento no exime de tener que citar la fuente, al igual que ocurre con las tablas, vídeos, figuras, etc., que utilicemos en nuestro trabajo.
Como recomendación final, os animo a que consultéis con vuestro tutor del trabajo fin de grado, máster o director de tesis el manual de estilo de vuestra especialidad y que lo reviséis detenidamente antes de entregar el trabajo.
En Internet encontraréis guías abreviadas con ejemplos de cómo citar y referenciar correctamente. Además, los bibliotecarios también estamos a vuestra disposición para ayudaros en la localización del manual de estilo de vuestra especialidad, en la utilización de gestores bibliográficos para la inserción de citas y referencias y para resolveros dudas respecto a las prácticas que puedan ser objeto de plagio.


Puedes ampliar esta información en esta videoclase elaborada por la Biblioteca de la UNED.

https://youtu.be/9rwtOwGwVRU

Imagen de cabecera: Keagan Henman

2 comentarios en “El plagio académico y las formas de evitarlo”

  1. Los TFG entregados en la UNED y debidamente calificados, aparecen recogidos en algún repositorio o similar, o hay alguna posibilidad de poder saber si se editan o guardan en algún sitio de acceso público.

    Gracias.

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