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Curso de verano en Pontevedra (UNED)

Los días 14-16 de julio se celebró en Pontevedra el curso de verano «Las crisis políticas en la España contemporánea», con 60 matriculados entre presenciales y online. El curso contó con la presencia del Vicerrector de Centros y la grabación de las sesiones estará disponible más adelante, tras un tiempo en el que solo está accesible a los matriculados. El director  del curso, Juan Jesús González, agradece el apoyo del Rectorado y del Centro Asociado de Pontevedra. En las fotos adjuntas puede verse al director moderando una mesa redonda y a los ponentes (Pilar Mera, Jesús de Andrés, Javier Moreno Luzón, José Antonio Olmeda, David Martínez Fiol) acompañados del director del Centro, Víctor González. El coordinador del curso y primer ponente fue Javier Varela. Gracias a todos por su contribución.

Retos demográficos y políticas públicas para la España despoblada

La Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) va a organizar los días 16-18 de septiembre el curso «Retos demográficos y políticas públicas para la España despoblada». Organizado por el profesor Juan Jesús González (Departamento de Sociología II, UNED), el encuentro tendrá lugar en el Pazo de Mariñán (A Coruña). Toda la información sobre esta actividad está disponible aquí.

Las claves de la mejora de la natalidad en España

Recientemente se ha publicado el estudio de FEDEA «El futuro de las pensiones en España». La investigadora del Departamento Marta Seiz, junto a las investigadoras Teresa Castro Martín (CSIC), Teresa Martín García (CSIC) y Julia Cordero (UCM) participa en el mismo con el capítulo «¿Cómo mejorar la natalidad en España?», en el que se ofrecen claves para comprender los bajos niveles de fecundidad que caracterizan desde hace décadas a la sociedad española contemporánea, así como para facilitar un cambio de tendencia, poniendo el foco en la importancia de la oferta y calidad del empleo, el apoyo a la conciliación y la corresponsabilidad en el cuidado a la hora de facilitar la formación y expansión familiar. Asimismo, se realiza una reflexión sobre la evolución de la fecundidad en España en el contexto de la pandemia de Covid-19 y la posibilidad, en el corto plazo, de que la incertidumbre económica derivada de la misma dificulte la recuperación de la caída de los nacimientos.

El plagio en los trabajos académicos

Un requisito fundamental de cualquier trabajo académico, sea del tipo que sea (ensayo, TFG, tesis doctoral, etc.), es una correcta referencia a la propiedad intelectual ajena (es decir, no presentar como propias ideas que son de otras personas). De lo contrario, se incurre en plagio. La profesora del departamento Elisa Chuliá, en colaboración con el resto de miembros del departamento y la diseñadora gráfica Celia Fernández, ha elaborado una breve guía que aclara qué es el plagio y cómo evitarlo:
Info_Plagio_UNED

Claves del 4-M y la situación política actual

¿Los partidos de la derecha después de su gestión de la pandemia mantendrán el gobierno de la CAM? ¿La izquierda logrará la suficiente participación y fuerza para desbancar al PP?
¿Alcanzará Ciudadanos el umbral del 5% de los votos que le aleje del riesgo de su desaparición?

Si quieres conocer muchas de las claves de las elecciones del 4M en la Comunidad de Madrid, aquí tenéis el análisis prelectoral organizado por la Facultad de Ciencia Políticas y Sociología de la UNED con Juan Jesús González (Catedrático de Sociología, UNED) y Kiko Llaneras (El Pais, Politikon, Jot Down).

Además, en los siguientes tres artículos (1, 2 y 3) Juan Jesús González desgrana la situación política actual.

¿Ha aumentado la brecha de género en el empleo debido a la pandemia?

Recientes análisis alertan sobre un posible mayor efecto negativo del Covid-19 sobre el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres comparado con los hombres (aquí y aquí). En cambio, los últimos datos de la Seguridad Social muestran que la brecha de género en la afiliación a la seguridad social no ha aumentado sino disminuido comparado con 2019. ¿Cómo podemos explicar esta sorprendente “ventaja” de las mujeres en el empleo? En este post vamos a mostrar dos gráficos que muestran el mayor descenso del empleo masculino de momento.

Respecto a los datos, la última Encuesta de Población Activa solo ofrece promedios desde enero a marzo de 2020, por lo que no sirven para contestar a la pregunta. En cambio, los recientes datos sobre afiliación a la seguridad social a 30 de abril de 2020 se pueden comparar con los equivalentes de 2019 para comprobar si hombres o mujeres han sufrido de forma diferente la pérdida de empleo y caída de ingresos por Covid-19. No hay que olvidar dos cuestiones sobre estos datos. Primero, no todas las personas empleadas están afiliadas a la seguridad social (empleo informal), por lo que el número de afiliados es menor que el de ocupados en la EPA (18.458.700 versus 19.681.300). Segundo, las personas que se han acogido a un ERTE no trabajan, pero sí siguen afiliadas a la seguridad social e ingresan una prestación social. A 30 de abril de 2020, 3.396.785 personas afiliadas a la seguridad social estaban protegidas por una situación de suspensión total o parcial por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), un 24% de los afiliados al Régimen General.

Sorprendentemente, la brecha de género, es decir los afiliados varones menos las afiliadas mujeres, ha disminuido entre abril de 2019 y abril de 2020 entre el total de las personas afiliadas a los diferentes regímenes de la seguridad social. En todos los grupos de edad, salvo los mayores de 60 años, ha retrocedido la afiliación a la seguridad social más entre los varones que entre las mujeres (Gráfico1).

Gráfico 1: Brecha de género en afiliación a la seguridad social por edad, 30 de abril 2019 y 2020Fuente: Elaboración propia con estadísticas de la Seguridad Social

Varios factores pueden explicar esta inesperada tendencia. Algunas medidas de protección del empleo a través de ERTE, permisos retribuidos y ayudas a las personas autónomas han contribuido a que estas personas pueden seguir dadas de alta en la seguridad social y sus cotizaciones sufragadas por el Estado. No hemos encontrado datos sobre estas medidas desglosadas para hombres y mujeres. Sí sabemos que los empleos que se han mostrado más esenciales durante la crisis están en gran medida ocupados por mujeres: cajeras, reponedoras, enfermeras, médicas y cuidadoras de mayores dependientes. Aunque también hay hombres realizando tareas esenciales, como personal de seguridad, repartidores, transportistas. La brecha de género depende de la balanza entre creación y destrucción de empleo en sectores más o menos feminizados y masculinizados (Gráfico 2). La afiliación de las empleadas de hogar entre el 30 de abril de 2019 y ese día de 2020 solo ha caído en 29.641 personas. No obstante, muchas de éstas no están dadas de alta en la seguridad social y durante el confinamiento no pudieron seguir prestando su fuerza de trabajo a los hogares. El sector de educación, muy feminizado, perdió afiliados, pero en cambió aumentó la afiliación en actividades sanitarias y servicios sociales en gran número. La hostelería que ha perdido mucha afiliación es un sector mixto, por lo que hombres y mujeres pierden empleo de forma similar. En cambio, hay muchos empleos afectados por el estado de alarma que están masculinizados y que han perdido en su conjunto mucha afiliación: construcción, comercio y reparación de vehículos, transportes y almacenamiento, actividades artísticas y recreativas, y la industria manufacturera.

Gráfico 2: Afiliados último día de abril de 2019 y de 2020, por secciones de Actividad CNAE

Fuente: Elaboración propia con estadísticas de la Seguridad Social

En conclusión, estos datos de 30 de abril de 2020 no muestran de momento un aumento de la brecha de género en detrimento de las mujeres en el empleo con afiliación a la seguridad social, sino lo contrario. Se ha destruido más empleo en los sectores de actividad masculinizados o en los mixtos comparado con los empleos en actividades más feminizadas, que muchos han resultado ser esenciales, sobre todo en la sanidad, los servicios sociales y actividades relacionadas con la alimentación. Habrá que observar qué sucede durante la desescalada, si las mujeres en ERTE volverán a sus empleos o acabarán en el paro, si las mujeres seguirán más atrapadas en contratos temporales y a tiempo parcial y si la brecha de género salarial se verá afectada por el aumento de las reducciones de jornada y de excedencias que se están viendo forzadas a tomar muchas más mujeres que hombres.

Teresa Jurado Guerrero, 16 de mayo de 2020

Perspectivas laborales desde el trabajo a tiempo parcial

La revista Work, Employment and Society ha publicado un artículo sobre las perspectivas laborales de las mujeres inmigrantes y autóctonas que trabajan a tiempo parcial en España. La investigación ha sido realizada por el profesor del Departamento de Sociología II, Jacobo Muñoz Comet, y la profesora de la Universidad de Lausanne, Stephanie Steinmetz. Los resultados del estudio muestran que, a igualdad de condiciones, la duración de la jornada laboral no influye en la probabilidad de caer en el paro o de pasar a la inactividad, con la excepción de los empleos a tiempo parcial marginal (<15 horas semanales), desde los que el riesgo es más alto. Por el contrario, las posibilidades de transitar a un empleo de jornada completa son limitadas y, en todo caso, restringidas a aquellos trabajos a tiempo parcial más próximos a las 34 horas semanales. En cuanto a la desigualdad según el país de nacimiento, la investigación ha mostrado que, una vez aisladas las diferencias sociodemográficas, de tipo de hogar y de posición en el mercado laboral, las inmigrantes se encuentran en una situación de mayor exclusión que las autóctonas. Esta desventaja se concentra especialmente en los extremos de la jornada laboral: la desigualdad en el riesgo de caer en el paro se acentúa entre las trabajadoras a tiempo parcial marginal, mientras que la brecha en términos de alargar la jornada laboral se agrava en el trabajo a tiempo parcial sustancial (21-34 horas semanales). La investigación ha sido financiada con fondos del Ministerio de Economía y Competitividad (ref. CSO2014-59927-R) y del proyecto europeo H2020 INGRID2 (nº 730998).