Semillas de código abierto: Nuevo artículo & Abierta Convocatoria de Comisariados Artísticos

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18/11/2022 – Raquel Ajates (UNED)

La agricultura ha entrado en la 4ª Revolución Industrial

A lo largo de la historia, la agricultura ha sido el sector que siempre ha encabezado la automatización de la mano de obra en busca de eficiencia y del control de factores naturales del cultivo (incluidos los humanos) y las condiciones de transformación de alimentos con el objetivo de reducir costes y tiempo, y maximizar la homogeneidad de las cosechas y productos resultantes. Amplificando los avances técnicos de la Tercera Revolución Industrial – que utilizaban la electrónica y la tecnología de la información para automatizar la producción – la revolución digital de la Cuarta Revolución Industrial en la que nos encontramos, emplea una gran variedad de tecnologías que van desde la secuenciación genética, a la nanotecnología y la computación cuántica. La fusión de estas tecnologías está desdibujando los límites entre los dominios físicos, digitales y biológicos. La narrativa es la de un conjunto de tecnologías disruptivas interdependientes entre sí y transversales que emplean la robótica, la bioingeniería industrial, la inteligencia artificial y los grandes datos.

Nuevas tecnologías agrícolas, como drones y tractores en red con sensores incorporados, están cada vez más diseñados para recoger datos sobre un número cada vez mayor de métricas. Dichas innovaciones pueden llevar a cabo muchas labores, desde la siembra hasta la pulverización de los cultivos, pasando por el monitoreo y la cosecha, sin intervención humana. Estas tecnologías en red plantean cuestiones sobre la propiedad, comercialización y la seguridad de los datos. Este rápido crecimiento de big data está generando nuevos cerramientos digitales y exclusiones, y con ellos, acalorados debates sobre su gobernanza que han alcanzado también a los sistemas de semillas, planteando la preocupación por el surgimiento de un nuevo feudalismo tecno-digital.

¿Debería una línea de código de secuenciación genética de una semilla estar regulada por las mismas normativas que una semilla física?

La FAO estima que entre el 75 y el 90 por ciento de las variedades de cultivos de hortalizas y frutales se han perdido en el último siglo. Esta pérdida de biodiversidad cultivada incrementa la vulnerabilidad de la agricultura al cambio climático. Además, el aumento del cultivo bajo cubierta, la acuaponía, los frutos sin semillas y la esterilidad masculina citoplasmática inducida, junto con el uso de insumos externos, como fertilizantes y pesticidas, están reduciendo la capacidad natural de las semillas para brotar, adaptarse y luchar contra las plagas y las enfermedades.

Desde el comienzo de la Revolución Verde, las semillas se consideraron un vehículo importante de difusión de la tecnología, tanto la incorporada en la propia semilla (por ejemplo, tallos más cortos y resistentes en el arroz y el trigo), como la tecnología de insumos que se vende con las variedades mejoradas (fertilizantes y pesticidas industriales). Hoy en día, los grandes datos han surgido como un nuevo producto en sí mismo, y los sistemas alimentarios y de semillas no han escapado esta tendencia. La reducción del coste de las tecnologías de secuenciación genética está permitiendo avances tecnológicos que permiten la reproducción del ADN de las semillas en formato virtual, generando la denominada información digital de secuencias o Digital Sequence Information (DSI) en inglés, dando lugar a la creación de grandes datos sobre los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura.

Este avance técnico ha desencadenado una controversia en torno al marco de gobernanza que debería regular el acceso internacional a DSI, y las normas referentes al reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de su utilización, tal y como establece el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Desde 2017 se está manteniendo un acalorado debate político internacional sobre si el significado del término «recurso genético» en el marco jurídico actual de pagos y beneficios incluye DSI o sólo recursos fitogenéticos físicos. La variedad de aplicaciones que DSI ofrece, tanto comerciales como de investigación y conservación, complica los términos de un debate que intenta confluir las necesidades y objetivos divergentes de las diferentes partes representadas. La falta de definición y el actual vacío legal sobre DSI agrava la desmaterialización y la fragmentación de las semillas y otros recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, facilitando su control bajo cerramientos legales, tecnológicos, sociales y logísticos.

¿Debe una línea de código de secuenciación genética de una semilla estar regulada por las mismas normativas que una semilla física? En un nuevo artículo analizo las diferentes vertientes del debate sobre DSI, que implica una amplia variedad de argumentos entrelazados que van desde los conceptos de biopiratería digital y ciencia abierta, hasta la concepción de DSI como algo generado por humanos (a pesar de que no existiría sin la semilla física).  Presento evidencia de como los modelos de desarrollo de DSI y su falta de gobernanza se pueden identificar como parte de un conjunto más amplio de estrategias industriales de apropiacionismo y sustitucionismo en un sistema alimentario cada vez más digitalizado.

Encontrar una solución a esta controversia es urgente, ya que se espera un descenso continuado del coste de técnicas de secuenciación genómica, lo que conllevará una mayor disponibilidad de DSI de alta calidad, y a través de la biología sintética, de su síntesis. Aunque DSI procede de materiales vegetales físicos, y puede volver a sintetizarse en forma física de nuevo, ahora puede tener valor sin necesidad de recuperar su materialidad. Gracias a DSI, la información genética puede replicarse y experimentarse sin movimiento o acceso a las semillas físicas. Los grandes datos, en lugar de las semillas, se convierten en el cultivo a comercializar. La DSI está surgiendo como una coyuntura crítica para los movimientos de semillas, revelando cómo la construcción de la soberanía alimentaria y de las semillas es también un reto digital y tecnológico.

El concepto y movimiento social de Semillas de Código Abierto: un modelo de gobernanza en la interfaz de las esferas físicas y digitales

Basándose en los movimientos de bienes comunes digitales y de software de código abierto, que a su vez se construye a partir del concepto de bienes comunes y el movimiento cooperativo que se originó en la alimentación durante los últimos dos siglos, el concepto de semillas de código abierto ha ido desplegándose a lo largo de la última década, dando visibilidad a las luchas por las semillas en los ámbitos jurídicos y epistémicos.

Hasta ahora, las iniciativas de semillas de código abierto se han centrado en semillas físicas. Sin embargo, con la digitalización del material de semillas abriendo nuevos y urgentes retos para la soberanía de semillas, el artículo analiza el concepto y el movimiento social de semillas de código abierto como mecanismo de gobernanza en la interfaz de las esferas físicas y digitales.

El artículo completo y la bibliografía relacionada pueden consultarse en este enlace.

Convocatoria para tres Comisariados Artísticos sobre semillas

Se ha lanzado la convocatoria para tres comisariados artísticos [bases actualizadas] en el marco del proyecto de investigación Daniel Carasso Fellowship “El reto de la digitalización de semillas: sostenibilidad, big data y el movimiento social por sistemas de semillas de código abierto”. La convocatoria está financiada por la Fundación Daniel y Nina Carasso,  UNED50, y el Museu de la Vida Rural, en colaboración con Planea. La convocatoria, titulada “Brotando entre ciencia y arte: Las semillas como resilientes pilares  de la  alimentación sana y sostenible” invita propuestas para tres comisariados que comuniquen el rol clave de las semillas en mantener los derechos de las personas productoras, la sostenibilidad del sistema alimentario, y la diversidad cultivada en los campos y en los platos. Los tres comisariados son:

Comisariado 1: Encargo de banco de semillas portable

Comisariado 2: Semillas físicas

Comisariado 3: Semillas digitales

Los detalles para cada categoría pueden consultarse en las bases para la convocatoria. Como parte de cada comisariado, l@s artistas recibirán apoyo económico, de redes, una residencia en el Museu de la Vida Rural y dos exposiciones, una en las Escuelas Pías de la UNED (Madrid) y otra en el Museu de la Vida Rural (Tarragona). La convocatoria está abierta hasta las 23:59hrs (hora peninsular) del 15 de enero de 2023.

Imagen de portada: Fotografía por Alexander Klepnev CC BY 4.0

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