La Cátedra Aquae presenta sus avances en agua y economía circular en Grecia
30 de junio de 2022
La economía circular y el desarrollo sostenible han sido los temas protagonistas del «3rd Symposium on Circular Economy and Sustainability». Un encuentro internacional en el que la Cátedra Aquae de Economía del Agua ha participado a través de una ponencia en la que ha destacado la necesidad de fijar unos indicadores para medir la circularidad del agua.
En la ciudad de Chania, en Grecia, se ha celebrado del 27 al 29 de junio el tercer “Symposium on Circular Economy and Sustainability”, organizado por la Universidad de Creta, la Universidad Harokopio de Atenas, la Red Internacional de Investigación Económica (INFER), la Universidad Demócrito de Tracia y la Región de Creta. Un encuentro donde se han dado cita investigadores, profesionales, empresas y administraciones de todo el mundo para presentar sus trabajos en materia de economía circular y el desarrollo sostenible.
La Cátedra Aquae de Economía del Agua, representada por la investigadora postdoctoral Sofía Tirado, ha participado en esta convención internacional con la ponencia “How to measure circular economy in wáter cycle?”. Una jornada que ha servido para presentar la propuesta de indicadores para el seguimiento y evaluación de la economía circular del agua, en la que trabaja la Cátedra en colaboración con el Comité Técnico de Agua y Economía Circular de CONAMA.
Una propuesta para evaluar la situación del agua
A lo largo de su intervención, Sofía Tirado ha destacado la necesidad de implantar de este tipo de indicadores para avanzar hacia un modelo de economía circular en el sector del agua. Un modelo especialmente necesario en países como España, en donde los problemas de escasez y calidad de agua, las sequías y los efectos del cambio climático son problemas de primer orden. De hecho, España está entre los 30 países con mayor estrés hídrico del mundo (con más del 80% de agua extraída en relación con el agua disponible, según datos del World Resources Institute, WRI).
Los indicadores abarcan las distintas fases del ciclo del agua (tanto natural como urbano) y las distintas facetas de la economía circular. Para la selección y el diseño de estos indicadores se ha recurrido a las fuentes de información disponibles, principalmente estadísticas oficiales nacionales e internacionales. De este modo, los indicadores propuestos se clasifican en:
- Indicadores de captación, que evalúan si la asignación del agua, según su uso y origen, se realiza de la forma más eficiente posible.
- Indicadores de abastecimiento, que miden la incidencia y eficiencia de esta fase del ciclo del agua y la inversión en este tipo de infraestructuras, su estado y su mantenimiento;
- Indicadores de uso, que analizan la eficiencia en el uso de este recurso por parte de los distintos usuarios;
- Indicadores de saneamiento y reutilización, que valoran la incidencia y eficiencia de estas fases, así como la inversión en este tipo de infraestructuras;
- Indicadores de estado ambiental, que calculan el estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua.
- Indicadores del nexo agua y energía, que inciden en el binomio agua-energía desde la economía circular.
Los resultados más destacados
Los indicadores de economía circular en el sector del agua muestran en los últimos años unos resultados cada vez mejores en materia de circularidad. Entre los años 2000 y 2018, algunos de los resultados más destacados son: la captación del agua se ha reducido en torno a un 20%, especialmente aquella destinada al riego agrícola; la eficiencia en el abastecimiento ha mejorado favorablemente, con un porcentaje de pérdidas reales sobre el volumen de agua suministrada que ha pasado del 20,9% en 1991 al 15,4% en 2018; y, además, otra de las mejoras se ha dado en la eficiencia en el uso del agua por parte de los distintos usuarios que ha pasado del 20,9% en 1991 al 15,4% en 2018.
España es uno de los países europeos a la cabeza en reutilización de agua, con un 11,20% del agua residual tratada reutilizada. Además, la reutilización se ha implantado ya algunas de las regiones con mayor escasez de agua, lo que puede ayudar en gran medida a reducir la enorme presión sobre los recursos hídricos en estas zonas.
Además de la reutilización, otra práctica de economía circular en materia de agua es el aprovechamiento de subproductos de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR). Así, el 92,5% de los lodos generados en el tratamiento de aguas residuales son aprovechados, siendo el principal destino el uso en agricultura, silvicultura y jardinería (87%) seguido del aprovechamiento energético (5,5%).
Por último, todos estos esfuerzos por avanzar hacia un modelo económico más circular se ven reflejados en mejoras del estado de las masas de agua. Así, España tiene un porcentaje de masas de agua en buen estado, significativamente superior a la media europea.
Con todo ello, y pese a que los datos evidencian una buena situación actual en materia de agua y economía circular, entendemos que tienen que seguir haciéndose importantes esfuerzos para mejorar en esta materia, que vayan en línea con las prioridades establecidas desde la agenda europea y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Ahora bien, el análisis también revela que hay ciertos aspectos en cuanto al acceso a la información y la disponibilidad de estadísticas que deben mejorar sustancialmente. Y en este sentido, entendemos que las administraciones públicas y el sector del agua en general deben hacer mayores esfuerzos de transparencia y visibilidad de la información.
Sin duda, un mecanismo de seguimiento y evaluación de la implementación de las estrategias de economía circular requiere este marco sólido de indicadores y datos estadísticos para monitorear su progreso. Lo que no se mide, difícilmente se puede gestionar, por tanto, no se puede mejorar.