LA VUELTA AL TRABAJO

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Ya se han acabado las vacaciones y toca volver… La vuelta a veces es dura, pero siempre podemos poner algo de nuestra parte para conseguir que la vuelta no se convierta en una interminable cuesta arriba.

Para intentar que nuestro ánimo no se venga abajo al regreso de las vacaciones es muy importante retomar la vuelta al trabajo con una actitud positiva y con visión de reencuentro con la normalidad.

Os damos una serie de consejos para ayudaros a conseguirlo:

  • Retorno progresivo: Para minimizar el choque con la desconexión vacacional y la ansiedad de retomar todo de golpe, en la medida de lo posible, reincorpórate paulatinamente: media jornada, retomar a mitad de semana.
  • Ponte al día: Que tus compañeros te cuenten en qué punto están las cosas puesto que ayuda a clarificar antes la incertidumbre y a agilizar el proceso de adaptación.
  • Organizarse y Priorizar: Establece prioridades e intenta estimar los tiempos que te suele llevar cada cosa para no saturar tu planificación de tareas. Debes aprender a saber cuáles son tus límites e informar con tiempo si hay algo a lo que no llegas para ver si es posible, o no, posponerlo, si hay que delegarlo...
  • Aprende a delegar: Es fundamental para tu productividad aprender a delegar con eficacia parte de tus compromisos. Delegar en estos tiempos debería ser una obligación asumida con naturalidad. Sin embargo, cuesta mucho recurrir a ella, sobre todo bien y con eficacia. Delegar es mucho más que el simple hecho de transferir trabajo a otra persona, es otorgar una función y una responsabilidad para que otro lo ejerza en tu lugar o en tu representación. Una advertencia: No todo puede ser delegado y debes saber cuándo y a quién y los controles para cerciorarte que todo se ha hecho correctamente.
  • Establece límites: Esto es algo a practicar durante todo el año. Aprende a poner límites y optimizar el tiempo de trabajo. Trata de ser productivo durante tu jornada laboral.
  • Date descansos: El nivel concentración y rendimiento sigue una curva: Se incrementa progresivamente hasta llegar a un periodo de concentración máximo, para luego reducirse progresivamente debido al efecto de la fatiga. Por ello, es recomendable empezar con las tareas más rutinarias para pasar a lo que exige más recursos, terminando por tareas menos exigentes. Introduce descansos de duración suficientemente para relajarte y recuperar energía. Escucha a tu cuerpo. Un descanso a tiempo nos ayuda a ser más productivos y llevar la jornada con mayor relax y mejor actitud.
  • Personaliza tu lugar de trabajo y sé ordenado: Dale un toque personal. Así mismo, tener el entorno de trabajo ordenado ayuda a rendir mejor, ahorra tiempo a las tareas y aporta más tranquilidad.
  • Disfruta de tu tiempo libre: Ya no estamos de vacaciones pero se trata de hacer que la vuelta no suponga una “condena”. Podemos y debemos seguir buscando momentos de disfrute diarios. Hacer actividades y planes que nos entretengan, relajen y ayuden a desconectar al salir del trabajo.

“Sobre aquello que no puedes cambiar, cambia tu actitud en cómo afrontarlo. Tu actitud está en tu mano”

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