EMPRENDEDOR, APRENDE A GESTIONAR TU TIEMPO DE TRABAJO Y DESCANSO

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Los emprendedores autónomos os beneficiáis de una flexibilidad horaria que os permite adaptar vuestras rutinas y tiempos de trabajo según os venga mejor. Esto tiene, a su vez, un lado negativo porque muchas veces os dejáis llevar y termináis trabajando a ratos toda la jornada, lo que os impide tener un descanso y aprovechamiento del tiempo libre adecuado y necesario para vuestra salud y bienestar tanto físico como mental.

Todo trabajador necesita un tiempo libre para sí mismo y es por ello que necesitamos organizar nuestra jornada laboral y establecer unos descansos y vacaciones.

Podríamos empezar hablando sobre herramientas de gestión del tiempo, es decir, aplicaciones que nos van a ayudar, en general, a saber cuánto tiempo le dedicamos a las diversas tareas que solemos tener diariamente.

La gestión del tiempo es el reparto adecuado del tiempo de trabajo de una persona para que utilice dicho tiempo dedicado a diferentes tareas de la forma más eficiente posible. Podríamos marcar una serie de pautas para gestionar mejor nuestro trabajo:

– Define tu lugar de trabajo. Créalo y defínelo. Necesitas un lugar sólo para ti.

– Márcate tu horario y sobretodo, cúmplelo. Haz que tu jornada sea constante y estable.

– Prepárate. como si efectivamente fueras a trabajar o recibir a alguien.

– Tómate un respiro. Como mucho cada dos horas. Es mejor trabajar cuatro horas a pleno rendimiento que seis a medias.

– Gestiona tus tareas. Ten claro lo que vas a hacer y cómo te organizarás.

– Haz ejercicio o simplemente sal a la calle. Ayuda a tu mente a estar despejada.

– Adapta el trabajo a tu vida y no al revés.

– Disfruta. Es muy importante que disfrutes trabajando y te guste lo que hagas sino todo lo anterior se hará cuesta arriba.

Existen distintos métodos de gestión del tiempo, entre ellos os vamos a mostrar dos que a nosotros nos gustan bastante:

  1. La técnica Pomodoro:

Es una técnica de gestión del tiempo que utiliza un temporizador como elemento clave. Esta técnica saca su nombre de ese temporizador, en forma de tomate, que utilizaba su inventor, Francisco Cirillo, para controlar sus sesiones de trabajo.

Consiste en trabajar intensamente en una tarea específica durante un periodo de tiempo establecido y después tomarse un descanso. Se establecen periodos de trabajo de 25 min de duración, con descansos de 5 minutos entre ellos. De forma que se realizan 2 sesiones en una hora.

Este sistema parte de la base de que nuestro cerebro trabaja mejor haciendo sprints que maratones. Consigues hacer más trabajo de calidad si te presionas a trabajar en períodos de tiempo cortos con un final definido, recompensándote luego con un tiempo de descanso.

2.”No rompas la cadena”:

Debe su original nombre a que consiste en crear una cadena de días productivos tachando lo que haces en tu calendario.

La idea es crear un cronograma de actividades y ajustarse a él a toda costa. Cada día programa una actividad que debas hacer y, una vez que termines la tarea, marca ese día con una “X” en el calendario. Tan sencillo como efectivo y muy visual.

Así como la organización del trabajo es importante, la organización del descanso lo es también. Necesitamos descansos y parones durante la jornada laboral, necesitamos tener días libres, ya sean fines de semana u otros, y poder dormir y descansar sin que nada nos perturbe. También necesitamos también establecer unas vacaciones para desconectar 100%.

No dudes en bloquear tu fecha de vacaciones, incluyendo varios días seguidos (de 7 a 15 días, al menos), para poder descansar y, una vez asignada la fecha, se debe cumplir salvo causa de fuerza mayor. Para evitar la tentación de volver de las vacaciones, hay que dejar todo bien preparado y todos los asuntos cerrados hasta el momento de la vuelta, asignando así a una persona responsable para los asuntos más importantes si es necesario.

Debes garantizarte un descanso realmente efectivo y libre de tentaciones laborales. La vuelta será mejor si hemos sido capaces de recuperar fuerzas.

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