Vendrá a buscarme ella, la traicionera
muerte, me llevará un terrible día,
y podrá enterrar esta cara mía,
que otro tiempo había sido altanera,
pero aquí, en este lado de la tierra
dejará la memoria de su vida,
cruzará mi espíritu el agua fría
y perseguirá incansable tu estela.
Mi alma, al joven amor se me ha rendido.
En mis venas hubo fuego, y lo he dado;
mis huesos, Noelia, por ti han ardido.
Mi cuerpo morirá, se irá su tacto,
y entonces, con el último latido,
polvo seré, que te amará y ha amado.
Autor:
Daniel Lumbreras Martínez
Subido por:
Rubén Pareja Pinilla