20/05/2024 – Alba Polo-Artal (UNED) e Ignacio Andrés Soria Ruhr-Universität Bochum (RUB)
El estado (des)aparece en los procesos de construcción de la ciudadanía. Por ejemplo, a la hora de designar quién es considerado parte del propio estado. Revisemos rápidamente el caso del derecho al sufragio. Tal y como señala Ruiz de Azua (2009: 5), habitar una piel negra suponía no poder ejercer el voto en el contexto del apartheid sudafricano; de la misma manera que, actualmente, se necesita ser musulmán en países como Irak para ser candidato a las elecciones. Ah, y recordemos que las mujeres no pudieron votar en España hasta la II República. Esta pulsión diferenciadora se articula de acuerdo a los entendimientos sociopolíticos de cada época, y cristaliza en forma de requisitos lingüísticos cuando el objeto sobre el que se construye la distinción entre ciudadanos/as es la lengua (cf. Piller, 2001). De este modo, los procesos de (re)construcción de los Estados-nación se fundamentan en la circulación de ideologías excluyentes, tales como el nacionalismo lingüístico (Moreno Cabrera, 2012). Un ejemplo es el articulado la Constitución de la Pepa de 1812, por el que se establecen las condiciones de suspensión de derechos del ciudadano. En su punto sexto, se indica:
Art. 25.
Sexto. Desde el año de 1830 deberán saber leer y escribir los que de nuevo entren en el ejercicio de los derechos de ciudadano
Y si bien la Constitución recogía tal punto como parte del proyecto de democratización de la instrucción y el impulso de la escuela en los territorios españoles, es patente como la lengua deviene requisito para ejercer los derechos que confiere la pertenencia a un estado emergente. En la actualidad, por señalar algún ejemplo, Brasil aún restringe el derecho a ser electo a las personas analfabetas, y en países como Sierra Leona, Guayana, Filipinas o Egipto el conocimiento de las lenguas coloniales o nacionales es un requisito del sufragio pasivo (Ruiz Azúa 2009, p. 9). En Europa asistimos desde hace dos décadas a la intensificación del proceso de lingualización de las políticas de extranjería, particularmente de aquellas ligadas a la integración cívica. La integración se convierte de este modo en una continuación lógica de los procesos de producción, ordenamiento y categorización de la ciudadanía que atendería a los cambios socio-culturales y antropológicos derivados de los procesos contemporáneos de globalización y movilidad.
De este modo, se ha observado la incorporación de la lengua como un elemento formal en la consolidación de las políticas orientadas a la integración migrante, muy frecuentemente en forma de los mencionados requisitos lingüísticos. De hecho, la integración a través de la lengua ha sido constatada en Europa como uno de los discursos históricos más activos. Siguiendo a Bauman y Briggs (2000), estos discursos se materializan en prácticas de integración vinculadas a la ideología de que «la cohesión social y política exigen una única lengua, un único orden metadiscursivo y una única voz» (p. 201). Las políticas de integración vinculadas a la lengua están entreveradas en los procesos históricos de construcción de los Estados-nación y han sido impulsadas y desarrolladas por diferentes partidos y agentes. Sabemos que las formaciones contemporáneas de ultraderecha no han sido ni las primeras ni las únicas que han implementado estas políticas y, por ello, se hace necesario estudiar el papel histórico que las derechas y las socialdemocracias han desarrollado en su gestación.
Cabe tener en cuenta, sin embargo, que en un contexto electoral europeo de potencial (ultra)derechización de las instituciones se esperan procesos de intensificación de la lingualización nativista de la integración como parte de las lógicas de cierre de fronteras reclamadas e impulsadas por los grupos de ultraderecha. Estas formaciones están reforzando la matriz (ultra)nacionalista lingüística. En este reforzamiento se activan requisitos lingüísticos formulados desde la ideología monoglósica que, al mismo tiempo, intensifica la incidencia de los componentes ideológicos del nacionalismo. Esta matriz integración-lengua está siendo instrumentalizada para justificar y legitimar el racismo y estratificar la migración. Esta observación nos ha llevado a interrogarnos: ¿Qué papel juegan las lenguas en las políticas migratorias de los partidos de ultraderecha y cuál es su vínculo con la denominada integración cívica? Para responder a esta pregunta, analizamos los programas electorales de los partidos de ultraderecha para los casos de España (Vox), Portugal (Chega!), Francia (RN) y Alemania (AfD) examinando los valores atribuidos a las lenguas en las propuestas de políticas migratorias, de ciudadanía y de integración.
Los requisitos lingüísticos en los estados de la Unión Europea
El proceso contemporáneo de lingualización de la integración se fundamenta en dos tensiones particulares. En primer lugar, el espacio sociolingüístico de muchos de los países miembros de la Unión Europea está atravesado en su dimensión ideológica por férreas tesis del nacionalismo que impulsan un escenario de asimilación monoglósica. El segundo factor, la reconceptualización de la noción de integración que ha modificado la forma en que las lenguas están participando de las políticas de integración/migración en el marco de la ciudadanía. Sales Ten (2020) observa cómo la “recomendación de integración” formulada por la Unión Europea está virando hacia lo que denomina “la obligación de integrarse”. En este giro, la noción de integración pasa a conceptualizarse como un hecho jurídico dependiente de la voluntariedad del migrante y se posibilita la construcción de la integración como requisito previo incluso al proceso migratorio.
En el marco de la lingualización de la integración, este giro implica frecuentemente la adscripción del aprendizaje de elementos culturales (lengua y/o cursos de cultura nacional) a la obtención de los derechos y condiciones (entrada en el país, permisos de residencia, nacionalidad) como parte del proceso de construcción de la ciudadanía y de incorporación migrante. La incorporación de la lengua como requisito a la obtención de los estatus de ciudadanía se puede rastrear, por ejemplo, en el informe de 2018 del proyecto Linguistic Integration of Adult Migrants (LIAM). El informe constata la tendencia creciente (2007 al 2018) en la incorporación y endurecimiento de los requisitos lingüísticos al dispositivo de integración de los diversos estados miembro.
¿Pero qué se propone desde los partidos de ultraderecha? Una de las ideologías presentes en los partidos de ultraderecha es el (ultra)nacionalismo, especialmente en su articulación nativista. No podemos olvidar que esta tiene su especificidad en la dimensión lingüística. Tras nuestro análisis de los programas constatamos la activación de la ideología del nacionalismo lingüístico (una lengua, un estado, una nación) y observamos un proceso de lingualización etnonacionalista de las políticas de integración que reproducen la ideología del nativismo lingüístico (en España se habla español, España para quienes hablen español). Identificamos un marco común, pero con diferentes formulaciones, desde un mayor detalle de los requisitos lingüísticos para el caso alemán, y una generalización más difusa para el caso español.
El nacionalismo y los requisitos lingüísticos en los programas electorales de los partidos de derecha radical
El análisis de las colocaciones de los principales términos analizados – inmigración, integración, lengua e idioma – arroja resultados en cinco categorías relevantes:
Vox | Chega! | AfD | RN | |
Nacionalismo lingüístico | Construcción lingüístico-cultural de la nación “Nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra nación” | Idioma nacional | Construcción cultural polarizada “Deutsche Leitkultur” vs. Multiculturalismo | Apelación al mandato constitucional-identitario. La constitución mandata a la República conservar la identidad francesa. |
Requisito lingüístico | – Nacionalidad: Título EOI -“Elevar la exigencia del nivel de idioma” y “Perfecto conocimiento del español” | -Nacionalidad o visado laboral: “Prueba hablada y escrita” | – Requisito lingüístico de admisión al país: Certificado B2 – Los imanes deben predicar en alemán. | – Necesario “dominio de la lengua” francesa |
Integración | -Unidireccionalidad, meritocracia: “la capacidad de integración del inmigrante” o “la voluntad” | -Unidireccionalidad, meritocracia: “potencial propio” | -Asimilación -Lo lingüístico como barrera laboral | -Asimilación -Unidireccionalidad -Supresión de ELCO (enseñanza lenguas y culturas de origen) |
Sujetos explícitos | _________ | _________ | Los imanes y el Islam | _________ |
Jerarquización lingüístico-migratoria | Ideología de la hispanidad | Fortalecer lazos con “PALOP” | _________ | _________ |
Se observa que la noción de integración, en el caso francés, está completamente unida a la de mandato. El sustantivo idioma, en el programa de Vox permite que la lengua funciona en dos marcos concretos: 1) la ideología de la hispanidad, cuya instrumentalización posibilita la estratificación de los migrantes en sus políticas migratorias, 2) la adquisición del español como un requisito lingüístico necesario para residir en España y obtener la nacionalidad. Además, el término inmigración, en todos los casos, se vincula con la ilegalidad y como un aspecto a controlar. Con respecto a la integración, Vox activa el marco de la unidireccionalidad, del mérito o de capacidad así como la jerarquización de los migrantes en base al origen, priorizando a los migrantes de las excolonias y mostrando la relevancia de la lengua como un elemento que aglutina a algunos y que diferencia a otros:
La inmigración se afrontará atendiendo a las necesidades de la economía española y a la capacidad de integración del inmigrante. Se establecerán cuotas de origen privilegiando a las nacionalidades que comparten idioma e importantes lazos de amistad y cultura con España (Vox, 2023)
En el caso de Chega!, sin embargo, los requisitos lingüísticos se convierten en un elemento que posibilitan la adquisición de un visado de trabajo. A su vez se señala la adaptabilidad a la lengua y a la cultura nacional como un factor que mediaría en la aceptación de la solicitud de visado:
Cada ciudadano extranjero que quiera solicitar un visado de trabajo para Portugal deberá solicitarlo y esperar a las pruebas de selección, siendo uno de los requisitos la adaptabilidad a la lengua y cultura nacionales. (Chega!, 2021)
La ultraderecha francesa habla en términos de asimilación republicana ligada al mandato constitucional de la conservación identitaria. En el ámbito del contexto educativo pretenden asegurar la suficiencia de la transmisión de los aprendizajes fundamentales, un aspecto que implicaría reservar la mitad del tiempo de enseñanza de la lengua escrita y oral del francés en la escuela primaria. Por otro lado, en un ejercicio de control lingüístico educativo, se propone la supresión de las enseñanzas de las lenguas y culturas de origen (ELCO), un conocimiento y experiencia que dificulta o impide la denominada asimilación republicana:
Garantizar la transmisión de conocimientos reforzando los aprendizajes básicos (francés, historia, aritmética). En la escuela primaria, reservar la mitad del tiempo de enseñanza al francés, tanto escrito como oral. Suprimir la «enseñanza de las lenguas y culturas de origen» (RN, 2022)
Para el caso alemán, el partido recurre al topos de la nivelación apoyándose en un el MCER como instrumento europeo de medición. En este caso, la relación entre migración, integración y la cuestión musulmana se explicita:
86.Islam: Deben poder presentar en el momento de la admisión un certificado B2 de lengua alemana del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. (AfD, 2021)
Cabe señalar que en los programas electorales analizados, tan solo AfD corporiza los requisitos lingüísticos, asociándolos explícitamente con el islam y con los musulmanes, siempre bajo la sospecha migrante. Haría falta constatar si el resto de ultraderechas estén corporizándolos de igual manera, pero que, sin embargo, no incluyan referencias en sus programas electorales a causa del propio género discursivo. Esta no inclusión puede deberse también a un intento de desdemonización y de mitigación del racismo. Podemos señalar que, aunque los requisitos lingüísticos forman parte desde hace tiempo de los mecanismos de inclusión/exclusión de las otredades en Estados-nación, si la ultraderecha comienza a gestionar públicamente estas políticas, endurecerá los test lingüísticos desarrollando el monolingüísmo como forma de homogeneización administrativa y burocrática para “cerrar” las fronteras. Además, prevemos la racialización de los requisitos lingüísticos. Los test de español y las pruebas de cultura española serán objeto de examen para sujetos previamente racializados, y legitimarán la exclusión a la residencia o ciudadanía.
Bibliografía
Bauman, R, y Briggs, C. (2000). Language philosophy as language ideology: John Locke and Johann Gottfried Herder. En Paul V. Kroskrity, ed., Regimes of language: Ideologies, polities, and identities, 139–204. Santa Fe: School of American Research Press.
De Azúa Antón, M. Á. R. (2009). La larga marcha hacia la ampliación del derecho de sufragio y el tema de la edad. Revista de Estudios de Juventud, (85), 1.
Moreno Cabrera, J. C. (2012). Lengua, nación y nacionalismo español. Linguas, sociedade e política, 83.
Piller, I. (2001). Naturalization language testing and its basis in ideologies of national identity and citizenship. International journal of bilingualism, 5(3), 259-277.
Sales Ten, A. (2020). Inmigración, integración cívica y obligación en la Unión Europea: el contrato de integración (Vol. 29). Universitat de València.
Rocca, L., Carlsen, C. H., & Deygers, B. (2020). Linguistic integration of adult migrants: requirements and learning opportunitie. Council of Europe.