Dijo un poeta que nos daba un cielo
cuando pudiese obtener tu sonrisa.
Todo sigue igual, aunque haya más prisa.
(Uno de los dos siempre pisa el suelo.)
Algún otro poeta esquiva risas,
Tu corazón sigue siendo de hielo.
Él se desmaya observando tu pelo.
Suicida subirá a esas cornisas.
Almas sensibles llenan su cuaderno
y esperan hasta hartarse a ver qué dices.
Silencio los empuja hacia el infierno.
Las rosas les dejaron cicatrices.
Sus versos nos protegen del invierno.
En ellos los que se aman son felices.
Autor:
Óscar Millán Vivancos
Subido por:
Marisa Lozano Fuego