Un alga nativa, otra invasora: las dos causando problemas de salud, ambientales y económicos
Imagine que se dirige a la playa esperando disfrutar de un día de sol, arena y mar. Sin embargo, al llegar se encuentra con una escena muy distinta: la orilla está cubierta por toneladas de algas que desprenden un olor intenso y desagradable. Lo que podría parecer un paisaje de ficción distópica es, en realidad, el día a día en muchas costas españolas. La causa de este paisaje transformado es la proliferación silenciosa de dos algas: el sargazo del Atlántico, una especie nativa, y la Rugulopteryx okamurae, un alga invasora asiática.
¿Por qué debería importarle esto? Porque es un caso de estudio de manual sobre cómo se entrelazan los procesos naturales y antrópicos. Lo que comenzó como una alerta biológica es ya una catástrofe ambiental cuyo impacto trasciende la ecología. La globalización del transporte marítimo con aguas de lastre abrió la puerta al alga invasora que encontró en el Mediterráneo unas condiciones óptimas agravadas por el cambio climático. La proliferación excesiva de algas nativas como el sargazo en zonas atlánticas se ve potenciada por el aporte masivo de nutrientes procedentes de la agricultura intensiva y los vertidos de aguas residuales. Las consecuencias forman un círculo vicioso con efecto dominó reduciendo el oxígeno del agua, desplazando a las especies autóctonas y acabando con praderas de posidonia cruciales para el secuestro de carbono. El turismo y la pesca, pilares de la economía local, se ven también afectados, debiendo los ayuntamientos costeros asumir los elevados costes de limpieza y enfrentando una crisis socioeconómica que se suma a la ecológica.
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Desde la asignatura de Sociedad y Medio Ambiente
El fenómeno de la proliferación de algas en las costas españolas constituye un ejemplo de la compleja interacción entre los sistemas sociales y ambientales, eje central de la asignatura. Esta situación puede entenderse como una crisis ecológica moderna causada por la acción humana caracterizada por su rapidez y gravedad, en contraste con los cambios ambientales más lentos que ocurrían en el pasado (tema 1). Pone en evidencia cómo la globalización y las dinámicas del metabolismo social a través del transporte marítimo, el uso intensivo de fertilizantes y la producción de residuos, generan impactos que alteran profundamente los socioecosistemas (temas 2 y 3). Al mismo tiempo, evidencia que los problemas ambientales no pueden entenderse de manera aislada, sino el carácter sistémico e interdependiente de los problemas ambientales actuales (tema 4). Finalmente, este caso permite reflexionar sobre las desigualdades y la justicia ambiental (tema 5) al mostrar cómo los riesgos ambientales se trasladan entre territorios y cómo los efectos negativos recaen sobre las comunidades locales.
Preguntas para reflexionar
¿Cómo podríamos reformular el comercio internacional o la producción agrícola para que dejen de generar una crisis en cadena como ésta?
¿Qué mecanismos podrían haberse implementado para evitar su expansión antes de alcanzar su actual magnitud?
¿Por qué la prevención ambiental suele recibir menos atención que la reparación del daño?
¿Quién debería asumir la responsabilidad principal en la gestión y financiación de la retirada de las algas: las autoridades locales, el Estado, la Unión Europea o el sector marítimo?
¿Cómo se puede garantizar que las comunidades más afectadas no queden desprotegidas?
Relación con los ODS
La invasión de algas en las costas españolas representa no solo un problema local, sino el reflejo de un desequilibrio global que impacta directamente varios Objetivos de Desarrollo Sostenible y que nos obliga a considerar la complejidad, multidimensionalidad e interconexión de varios factores.
Este problema afecta al ODS 14 Vida submarina por la degradación de los ecosistemas marinos que amenaza su biodiversidad. También guarda relación con el ODS 13 Acción por el clima ya que la expansión del alga invasora está vinculada al calentamiento global. La descomposición de las algas y la degradación del entorno generan riesgos para la salud pública, un desafío para el cumplimiento del ODS 3 Salud y bienestar.
Esta crisis ecológica se traduce en una crisis socioeconómica que conecta con el ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico al afectar a dos pilares de la economía local como el turismo y la pesca artesanal.
Finalmente, este problema originado por el comercio marítimo global pero sufrido a nivel local, evidencia la necesidad de trabajar en el ODS 17 Alianzas para lograr los objetivos, subrayando que las soluciones requieren de cooperación internacional, responsabilidad compartida y mecanismos de gobernanza efectivos que puedan anticipar y gestionar los efectos colaterales de la globalización.