Hay luces perpetuas y libres,
y huellas que nunca se borran.
Hay soles que brillan por siempre
y lunas que ocultan las sombras.
Hay ecos de voces eternas
con sones que alargan las horas.
Hay dicha en las vidas que fueron,
y son caramelo en la boca.
Hay paz en la tez del retoño
que bebe en las ramas las hojas
y elogia del tronco el legado
y ensalza del árbol sus obras.
Hay besos que nunca se olvidan,
hay ángeles, hay mariposas,
recuerdos que rozan el cielo,
virtud, entusiasmo y memoria.
Hay almas que irradian estrellas
que encienden el fuego que porta
la dulce quietud del reposo
y evocan la omnímoda antorcha
que acalla el clamor del silencio
y aviva el valor de las joyas.
Hay todo un ciclón de añoranzas
templando el rumor de las olas.
Autor
José Querol
Subido por
Rafael Sánchez Pérez
